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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA DE MEDICINA

Antecedentes socioambientales: La pobreza, las malas condiciones de la vivienda, el hacinamiento, la promiscuidad, la
incultura general e higiénica son factores de importancia decisiva en la evolución de cualquier caso de TBC, sobre todo al
realizar tratamientos ambulatorios autoadministrados.
Recabar la posibilidad de consumo de alcohol, tabaco o drogas y contactos con grupos de riesgo para infección por HIV en
la población infanto-juvenil.
5. Examen clínico
Los pacientes infectados no enfermos no presentan alteraciones clínicas (examen físico y laboratorio normal).
La mayoría de los niños enfermos presentan TBC de localización pulmonar con síntomas respiratorios que dependen de
la extensión lesional o pueden hallarse asintomáticos y el diagnóstico se sospecha por la noción epidemiológica de
contacto con adulto bacilífero y se confirma mediante exámenes complementarios. Algunos pueden presentarse con
signos de hiperergia que obligan a pensar en TBC como el eritema nudoso o la queratoconjuntivitis flictenular.
Los lactantes y niños pequeños tienen mayor probabilidad de presentar síntomas, estos pueden ser generales como
inapetencia, descenso o falta de progreso de peso, decaimiento, astenia, o síndrome febril de cualquier tipo o respiratorios,
como tos, sibilancias, neumonía uni o multifocal sin respuesta al tratamiento antibiótico. Puede acompañarse de
compromiso pleural, atelectasia o dificultad respiratoria por compresión bronquial de los ganglios mediastinales. Otros
casos se pueden presentar directamente con signos de localización extrapulmonar como adenitis periférica o
meningoencefalitis.
Los niños más grandes y adolescentes pueden presentar formas primarias como la descripta o TBC pulmonar
extraprimaria, similar a la del adulto, con el clásico síndrome de impregnación bacilar: tos, astenia, anorexia, sudoración
nocturna, pérdida de peso y fiebre; con semiología de bronconeumonía o cavitación pulmonar, en ocasiones acompañada
de hemóptisis. Suelen tener baciloscopías de esputo positivas. Sin embargo algunos pacientes llegan a la consulta con
escasa sintomatología, como tos crónica o adelgazamiento.
5. Procedimientos diagnósticos
o Prueba Tuberculínica: La intradermorreacción de Mantoux se efectúa con 0,1ml. de PPD 2UT, en la cara dorsal
del antebrazo, su lectura debe realizarse a las 48 o 72 horas de aplicada, midiendo el diámetro transversal (con
relación al eje del brazo) de la pápula, no se debe tomar en cuenta el eritema. Se debe informar en milímetros.
La interpretación del resultado permite distinguir al paciente infectado, siendo mayor de 10 milímetros en los
inmunocompetentes y mayor de 5 milímetros en los inmunocomprometidos. La positividad indica infección,
deberán evaluarse otros elementos clínicos y radiológicos para determinar si hay progresión a enfermedad y
debe considerarse la posibilidad de resultados falsos positivos y negativos.
o Radiología: En todos los casos se debe evaluar la radiografía de tórax pues muchos pacientes pueden presentar
lesiones radiológicas extensas con escasa sintomatología clínica. Realizar, si es posible, el par radiológico:
frente y perfil. El 25 % de los infectados pueden presentar anomalías mínimas ganglionares o parenquimatosas
que pueden evidenciarse en la proyección lateral. La progresión a enfermedad permite apreciar la extensión
lesional de la lesión parenquimatosa pulmonar o ganglionar mediastinal de la tuberculosis primaria. Pueden
observarse adenomegalias, opacidades lobulares uni o multifocales, atelectasia, derrame pleural, cavidades
únicas o múltiples e imágenes micronodulillares de TBC miliar.
o Laboratorio: es normal en los infectados, en los enfermos puede haber alteraciones inespecíficas como anemia
hipocrómica moderada, leucocitosis con polinucleosis, desviación a la izquierda del índice de Schilling y
eosinopenia, eritrosedimentación acelerada en forma moderada (cifras superiores a 80 mm se relacionan con
intensa destrucción tisular: caseosis), proteína C reactiva aumentada.
o Bacteriología: La investigación bacteriológica se debe efectuar en las formas progresivas o extensas, cavitarias,
o en las que por radiología se sospeche comunicación de la lesión con la vía aérea. La baciloscopía (examen
directo) es una técnica que tiene importancia epidemiológica, ya que detecta rápidamente los pacientes
bacilíferos, fuente de diseminación de la enfermedad. Su sensibilidad es menor que la del cultivo y su
especificidad es variable ya que no diferencia los distintos tipos de mycobacterias.
o Métodos de obtención de muestras: Examen directo y cultivo de esputo: en los niños que pueden expectorar se
deben recolectar muestras seriadas en tres días diferentes, en frascos estériles, de boca ancha. En los niños
pequeños, que no expectoran, se debe realizar el lavado gástrico que consiste en la recolección del material
proveniente del árbol bronquial deglutido durante la noche. Se realiza con el paciente en ayunas, colocando una
sonda nasogástrica se aspira el contenido gástrico, se lava con 30 a 60 ml de agua estéril enviándolo para su
inmediato procesamiento en un frasco estéril

UNIVERSIDAD DE AQUINO BOLIVIA
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