Eduardo Lauzan: Estamos conversando con Esteban Lijalad, un sociólogo, experto
en investigaciones de opinión pública y comunicaciones, que ha cumplido una
actividad absolutamente frondosa a lo largo de los últimos 30 años en la Argentina y
en otros países con su actividad profesional.
La idea del día de hoy es charlar: Estamos a unos, aproximadamente, 10 días de las
elecciones nacionales que ocurrieron el 28 de octubre del 2007 y ya con ese hecho
digerido, metabolizado, la idea era poder analizar cual es el escenario que surge, no
solo en términos de quien va a gobernar y quienes van a ser las segundas, terceras
o cuartas minorías, sino tratar de hacer una lectura que trascienda, que conecte el
28 de octubre con el periodo histórico que va de 1983 hasta el Presente.
¿Que nos podrías decir respecto de esto, Esteban?

Esteban Lijalad: Bueno, ante todo, gracias por invitarme a esta conversación. Creo
que después de veintipico de años de elecciones presidenciales –del año 1983 al
2007– hemos presenciado unos resultados bastante disruptivos, diferentes respecto
de lo que históricamente se vino configurando.
Creo que la elección mas extraña que hubo fue la del 2003. En 2003, estrictamente,
desaparecieron los partidos: el peronismo de alguna manera presentó tres
candidaturas, el radicalismo presentó dos… Es decir, fue una eleccion que un poco
nos confundió y, dado que estabamos en la mitad de la crisis y la consecuente
fragmentación de los partidos politicos, nadie le prestó especial relevancia o
atención a cómo se agruparon partidariamente los votos. Y, efectivamente, hubo una
gran dispersión en cuatro o cinco candidaturas competitivas y de ahí surgio el
periodo presidencial a cargo de Néstor Kirchner.
En esta ocasión era el momento de ver cómo se realineaban las fuerzas políticas,
cómo se realineaba el pañorama luego de la crisis. Estamos hablando de una
elección de postcrisis. Asi como la del 2003 fue de crisis, ésta es en vistas a un
futuro y a salir, de alguna manera, del punto mas álgido, ocurrido entre el 2001 y el
2002.
Así que había una gran expectativa, por lo menos yo la tenía, y teníamos estudios
previos que nos iban mostrando algo de lo que se confirmó el 28 de octubre. Yo creo
que en estas elecciones cuantitativamente no hubo una gran sorpresa, es decir, el
peronismo, o los candidatos a presidente del justicialismo, con excepción del año
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